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EXPEDICIONES​

EN LA BUSQUEDA DE RESULTADOS

Primera Expedición:

15/10 al 5/11 de 2015

Denominación de la hipótesis: «Testigos de Cahuita»

Una persona no identificada recorrió 42 kilómetros el mismo día del accidente para denunciar en Puerto Limón que había visto, desde la localidad de Cahuita, un avión con un motor incendiado estrellarse en el mar.

Se escanearon aproximadamente 6.500 hectáreas de plataforma submarina frente a Playa Negra, Cahuita.

Segunda Expedición:

15/4 al 2/5 de 2016

Denominación de la hipótesis: «Sr. Castañeda»

Este lugareño realizó una denuncia al día siguiente del accidente, en la que confirma haber “escuchado” un cuatrimotor volando en círculos en un horario compatible con el accidente, en la desembocadura del río Sixaola.

Se escanearon unas 3.500 hectáreas en el sector costarricense.

Tercera Expedición:

15/4 al 30/4 de 2017

Denominación de la hipótesis: «Última comunicación de radio»

Según el testimonio escrito del Comandante Alvaro Protti, de la Empresa LACSA, que se dirigía ese 3 de noviembre por la mañana desde el Aeropuerto de San José de Costa Rica al aeropuerto de Miami, Florida, hubo varias comunicaciones radiales entre su avión y el TC48. 

La última comunicación se realizó́ a las 7:05 a. m., donde el TC48 informó que estaba volando “aproximadamente a un lado de Bocas del Toro, bajo y por instrumentos”. Podemos suponer que la última comunicación fue inmediatamente anterior al desenlace del accidente. Con la ayuda de especialistas en aeronavegación y accidentes aéreos, realizamos la estimación de la velocidad desarrollada por el TC48 desde la Base Howard, donde despegaron a las 5:48 a. m., y Mike 5, donde se reportaron a las 6:27 a. m. A las 6:36 a. m. comunicaron la emergencia con el motor número 3 incendiado, e interpretamos que lo colocaron en bandera en forma inmediata.

Con los mismos especialistas realizamos la estimación de la velocidad desarrollada por el C54 con tres motores al 84 % de su potencia, aproximadamente 130 nudos, y calculamos una distancia cercana a las 65 MN, que pudieron recorrer en esos 29 minutos de vuelo.

Simultáneamente, con la ayuda de oceanógrafos de la Universidad de Miami, realizamos un profundo análisis de los elementos recogidos del mar, en especial, de los salvavidas y su deriva durante 96 horas en forma inversa.

Ambas hipótesis, coincidentemente, convergen en una zona donde se escanearon unas 6.000 hectáreas.

Cuarta Expedición:

3/4 al 17/4 de 2018

Denominación de la hipótesis: “Deriva de los salvavidas”

Esta hipótesis de búsqueda de impacto se basó en la deriva de los salvavidas del TC-48 recuperados del mar cuatro días después del accidente.

Tanto la Fuerza Aérea como el Servicio de Guardacostas estadounidense registraron el horario y el lugar exacto donde se hacía cada recolección entre el 7 y el 9 de noviembre de 1965. De acuerdo con esta información, juntamente con el Oceanografo José A. Rivera, la Dra. Maria Josefina Olascoaga de la Universidad de Miami, y el Capitán de ultramar Marcelo Covelli, decidimos llevar adelante un proyecto de lanzamiento de “Drifters” en el Mar Caribe para tratar de reproducir la deriva de los salvavidas en 96 horas.

El día 31/10/2017 y gracias a la colaboración del Servicio Nacional de Guardacostas de Costa Rica y del oceanógrafo Jose A. Rivera,  se lanzaron al mar estos elementos, en la misma fase lunar que el día 03/11/1965 en 3 lugares diferentes, para tratar de reproducir la deriva realizada por los salvavidas originales del TC-48.

Gracias a la invalorable colaboración del NOAA, recibimos como donación para este proyecto, 3 “Drifters” provistos de GPS con «pollera» de 10 metros de largo y 10 salvavidas tipo MaeWest (similares a los utilizados por el TC-48) provistos tambien de un GPS para ser rastreados satelitalmente.  

Este experimento genero un área de búsqueda del que logramos escanear 8.074 hectáreas.

Apoye nuestra causa.